La Dama Gorda, los polizones y los contrabandistas de extranjeros

“No se acaba hasta que la dama gorda canta…” La expresión operística muy utilizada en el deporte ha cobrado una nueva relevancia en el mundo de la inmigración. Las agencias gubernamentales ya no están aprobando solicitudes y aplazando las solicitudes o adjudicaciones previamente aprobadas. Más bien, están reabriendo solicitudes pasadas -de 3, 5, 10, 15, 20 años atrás- en busca de declaraciones falsas, inconsistencias y cabos sueltos para frustrar las solicitudes de visados, cambios de estatus y ajustes de estatus. Estás tan cerca de conseguir ese ansiado visado o tarjeta verde, pero la “señora gorda” -en estos casos, el USCIS y las oficinas consulares del Departamento de Estado- no quiere que la “ópera” termine.

Los límites son ilimitados. Incluso las disposiciones relativamente oscuras de la ley de inmigración, como la de “polizón”, se invocan cada vez más. Un polizón es alguien que obtiene transporte sin consentimiento y mediante ocultación. Cualquier persona que entre en EE.UU. en un barco comercial, por ejemplo, sin un billete válido o sin permiso, podría ser considerada polizón. Esto hace que ajustar el estatus en Estados Unidos después de la llegada como polizón sea muy, muy difícil. Si el polizón trajo a Estados Unidos a otras personas en el barco -por ejemplo, sus hijos-, el USCIS puede acusarle de ser un contrabandista de extranjeros, otra disposición de inadmisibilidad. Y cualquier solicitud relacionada con la inmigración en la que el individuo no admita ser un polizón puede ser objeto de otra disposición de inadmisibilidad: la tergiversación.

En resumen, el examinador del USCIS y el funcionario consular tienen numerosas flechas en sus carcajadas: cada vez que una persona presenta una solicitud se le presenta otra oportunidad de reabrir solicitudes previamente adjudicadas. Incluso en la fase de naturalización -3, 5 o más años después de recibir la tarjeta verde- se plantearán preguntas sobre cómo se obtuvo la tarjeta verde. ¿Por medio de un matrimonio? Entonces demuestre que fue un matrimonio real. ¿Por medio de una oferta de trabajo? Entonces demuestre que fue una oferta de trabajo real. Se pueden plantear preguntas sobre el mantenimiento del estatus de residencia permanente. ¿Por qué estuvo ausente de los Estados Unidos durante 9 meses? ¿Por qué estuvo trabajando fuera de EE.UU. mientras era residente permanente? Se pueden plantear preguntas sobre el proceso de visado de inmigrante. ¿Cómo consiguió el visado si el funcionario consular recomendó la revocación de su petición?

Por eso es imprescindible guardar copias de las solicitudes anteriores. Por eso es imperativo saber qué representaciones se hicieron en los formularios de solicitud. Por eso es necesario refrescar la memoria antes de preparar y presentar nuevas solicitudes o acudir a una entrevista. Por eso tiene sentido consultar con un abogado de inmigración incluso antes de presentar la solicitud, para entender si hay algún riesgo de que la “señora gorda” revise su historial de inmigración.